Según el artista, este proyecto surge de la necesidad de ofrecer una visión sincera del paisaje humano que compone la ciudad de Alicante. Mostrar rostros, gentes, historias, que en definitiva a miles pueblan la ciudad, habitan las calles, andan de tiendas o simplemente toman el sol en un banco.
José Luis Carrillo abandona la fotografía digital con la que venía realizando su obra para ofrecernos una muestra fotográfica realizada con cámaras lomográficas. Cámaras de juguete, muy básicas, que utilizan lentes de plástico. El objetivo es alejarse de planteamientos estéticos efectistas o técnicas fotográficas complejas para ofrecer una muestra de imágenes fugaces y casuales donde el peso del discurso radica en el paisaje humano. Visiones robadas a la ciudad y sus gentes.
En la imagen: José Luis Carrillo, al fondo, el segundo por la izquierda.