La Concejalía de Cultura organiza una inauguración donde actores de Maniquí Teatre dramatizaron escenas que se vivieron en esa finca al final de la Guerra Civil
En 1939 acogió reuniones secretas en el final de la Guerra Civil y hoy en día es un símbolo de reconciliación. El Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant ha inaugurado las obras de restauración del refugio antiaéreo de Pedro José, un recinto construido hace 84 años para salvar vidas y que ahora se recupera como memoria de una época que nunca se ha de volver a repetir. Un refugio excavado 8 metros bajo tierra en pleno conflicto armado, que se esconde en el subsuelo de la finca que hoy en día alberga el Juzgado de Paz. Todo un giro radical: de sufrir la guerra a alimentar la paz.
Cerca de 200 personas asistieron a una inauguración esperada, que no se pudo realizar meses atrás debido a la campaña electoral. Una puesta de largo que fue un 5 de septiembre para recordar otro hecho histórico: el 5 de septiembre de 1936, el fotoreportero Robert Capa capturó la foto ‘Muerte de un miliciano’, una de las fotografías más conocidas de la Guerra Civil española, considerada como una imagen icónica del siglo XX. Una reproducción de esa foto presidió el acto de inauguración, en el que actuaron unos solistas de la Sociedad Musical La Paz y un grupo de actores de Maniquí Teatre, que dramatizaron varias escenas de conversaciones, posiblemente reales, que se vivieron en la Finca Pedro José cuando Alicante y sus pueblos vecinos sufrieron el final de la Guerra Civil.
El evento organizado por la Concejalía de Cultura, que dirige el edil David Aracil, comenzó con la clausura de la exposición 'Villa Rusia de Alicante', una retrospectiva histórica, creada por el Archivo Municipal, que estos días se ha podido visitar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Tras la explicación ofrecida por el director del archivo, Gaspar Belmonte, concejales de todos los grupos políticos de la corporación municipal (PP, PSOE, Vox y Compromís), representantes de entidades festeras, componentes de asociaciones locales y vecinos interesados en la historia de su pueblo acudieron a conocer el refugio antiaéreo de la Casa de Pedro José.
Estas obras de restauración han contado con el apoyo tanto de la Generalitat Valenciana como de la Diputación de Alicante. La obra, un coste total de unos 40.000 euros, está incluida dentro del Plan +Cerca de la Diputación de Alicante. Además ha recibido una subvención de la Generalitat Valenciana de 18.000 euros para la musealización del refugio antiaéreo.
En el apartado de intervenciones, el alcalde, Santiago Román, destacó la emotividad que se desprendía de una jornada como esta, donde “la palabra refugio tiene un gran significado, el de auxilio a personas que necesitan ayuda para salvar sus vidas, un refugio que ahora es símbolo de paz”. Román recordó que “hoy en día sigue habiendo refugios donde esconderse, como en Ucrania, donde hay gente que huye de las bombas, lo que nos debe servir para darle al refugio de Pedro José el valor que se merece”, comentó el alcalde.
Proceso de recuperación
Todo el proceso de recuperación del refugio fue explicado al público por la antropóloga Verónica Quiles, responsable de la excavación y del proyecto expositivo, y por el concejal de Cultura, David Aracil. Este pequeño escondrijo es un refugio antiaéreo destinado a proteger a la familia del teniente de carabineros José Muñoz Vizcaíno y del personal civil y militar residente en la finca en 1939. El refugio dispone de dos bocas de acceso, aunque podría existir otra a través de la antigua bodega, según algunas fuentes consultadas, por las que se accede a sendas escaleras y pasillos que conducen a una galería central.
Para realizar esta actuación, el Ayuntamiento de Sant Joan consultó con personas que vivieron en la casa, como es la última dueña de la finca, Carmen Ivorra y la hija de la casera de la finca, Rafaela Baeza Seva, quienes realizaron una descripción de cómo recordaban la estructura y de las entradas con las que contaba. Fue a partir de esa información cuando fue posible iniciar la intervención entre 2016 y 2017, a través de una actuación arqueológica para la localización de las entradas y excavación del refugio, descubriendo dos de esas tres entradas.
Evocar esa época tan oscura fue el pilar donde se asentó la dramatización de las conversaciones sobre el fin de la guerra y la salida de republicanos al exilio que conmovió al público que asistió a la inauguración del refugio. Una representación teatral donde el protagonismo recayó en la historia de José Mallol Alberola (del bando nacional) y José Muñoz Vizcaíno (del bando republicano), dos hombres que se esforzaron en salvar vidas y ahorrar sufrimiento a sus semejantes. Por encima de su credo político, cultivaban un pálpito más íntimo y acorde con lo esencialmente humano: la compasión, la empatía y la generosidad para con el prójimo.
Como narró el concejal de Cultura, David Aracil, “ambos ponen de manifiesto que en el transcurso de la Guerra Civil, en ambos bandos, a pesar de la tremenda pesadilla vivida, hubo innumerables y ejemplares casos de elevado sentido moral y enorme dignidad, tanto en practicantes del ateísmo a ultranza, fueran estos de procedencia comunista, socialista, anarquista u otro signo político, así como la de ciudadanos de ideas conservadoras, falangistas y profundamente cristianas. Su ejemplo, en suma -continuó Aracil-, es el de un servicio de entrega generosa al prójimo, incluyendo la tolerancia, la práctica del perdón y la reconciliación”.
Además de ofrecer este in memoriam de José Muñoz Vizcaíno y José Mallol (del que asistieron varios familiares al acto), y de tener palabras de recuerdo para el cronista oficial de Sant Joan, Isidro Buades (“espero que desde allí arriba se sienta orgulloso de que su pueblo, al que tanto quiso, se preocupó, mimó y cuidó nuestra historia”), David Aracil también agradeció la labor de todos los concejales de Cultura de Sant Joan, de diferente signo político, que se implicaron en este proyecto desde sus orígenes, como son Clara Rodríguez, Esther Donate y Javer Yebes, los cuales “trabajaron para que la historia sanjuanera y sus protagonistas tengan el trato que se merecen”.
Para Aracil, “el refugio antiaéreo ya es una realidad y los acontecimientos fundamentales que allí se vivieron nunca más caerán en el olvido”, evocó el concejal en sus palabras. El objetivo de la Concejalía de Cultura es organizar visitas al refugio de Pedro José a partir del mes de octubre.