Medio millar de personas se concentraban el pasado sábado en la pinada que hay junto a la ermita de Salafranca para celebrar la tradicional cena de sobaquillo. La música y el ambiente familiar impregnaron la velada nocturna, después de que los más pequeños también pudieran disfrutar, por la tarde, de los juegos infantiles y de la fiesta de la espuma.
El domingo tuvo lugar la romería, en la que la comisión de fiestas sacó a hombros las imágenes de San Joaquín y Santa Ana, desde la parroquia de San Juan Bautista hasta la ermita de Salafranca, donde posteriormente se celebró una misa solemne.
Durante todos estos actos, los vecinos de Salafranca contaron con la participación de diversas asociaciones y comisiones como la del Santísimo Cristo de la Paz, Fabraquer o la Hoguera Plaza Maisonnave, así como el alcalde Manuel Aracil y una nutrida representación de la corporación municipal.