El edificio posee una superficie de 230 metros cuadrados aproximadamente, con tres fachadas en la vía pública, la calle Comandante Seva, plaza Maisonnave y un pequeño callejón.
El edil de urbanismo explicaba que “Estas casas han llegado a una situación de ruina debido a que en 1976 las normas subsidiarias contemplaran que este sector se iba a convertir en el plan especial plaza, y por tanto que no se podía dar licencias para remodelaciones y mejoras en las viviendas. A partir de esta fecha los propietarios decidieron abandonar su mantenimiento hasta llegar al estado en el que se encuentran en la actualidad”.
Esta mañana han comenzado las obras de demolición que continuaran a lo largo de la semana. Los técnicos municipales están evaluando el estado de gravedad en que se encuentra el edificio colindante y la necesidad de actuar de forma inmediata ya que también se encuentra en un estado de ruina bastante avanzado.
El objetivo que persigue el Ayuntamiento es dar solución y evitar el peligro existente en la vía pública, que se encuentra acotada por el grave estado del inmueble, e iniciar la configuración de la nueva plaza.
El equipo de gobierno tiene previsto presentar durante los próximos días, un proyecto donde se ofrecerá una garantía de compensación a los propietarios con inmuebles en la zona de actuación, evitando las expropiaciones, a través del traslado de sus bienes a un nuevo espacio en las inmediaciones. En la actualidad, no existe ningún domicilio en la zona de actuación, solo existe un negocio de restauración, que podrá permanecer en la misma zona de influencia.